martes, 21 de julio de 2015

Agenda parroquial de la semana

Desde el embarrado desierto más árido del mundo

Desde la parroquia de Alginet y del Pilar de Valencia partieron dos misioneros, Enrique y Antonio a la diócesis de Copiapó en Chile, y aquí estoy visitándoles, pues han venido enviados por nosotros para cumplir el encargo que todos, también tú, hemos recibido de Cristo: id al mundo entero a anunciar el Evangelio.
Justo han vivido unas circunstancias del todo inusuales; en especial el pasado 25 de marzo, día de la Encarnación, sufrieron una terrible riada con aluvión de barro, en un tiempo en que nunca llueve, y aquí llueve como cada siete años en este tiempo aquí de invierno, julio, justo he visto llover yo el pasado lunes, una lluvia que vino desde el Amazonas cruzando los Andes, nadie recuerda algo así, y ríos que son pobres de agua, laderas sin ninguna vegetación, dejaron correr agua con mucha fuerza tanto que retorcía las vías del tren, y arrasó numerosas casas, en algún lugar la capilla arrasada de raíz, en el salado, así fue, un pueblo pequeño donde murieron cinco personas, en total más de cincuenta muertos, y además desaparecidos. Los templos sirvieron de acogida para los dannificados y ahora les ofrecen casitas de 30 o 50 metros cuadrados sin baño hasta que en unos años quizá les hagan una casa.
Los misioneros Antonio y Enrique están dedicados a sus parroquias, Antonio en la ciudad lleva dos parroquias que en total son 10 capillas, cada una tiene sus Misas, comuniones, enfermos, pastoral… con dos religiosas que le ayudan en una de ellas. Para casi 200.000 habitantes hay ocho parroquias de las que Antonio lleva dos. Enrique es párroco en Huasco de 12.000 habitantes, una población costera y otras cuatro capillas. En toda la diócesis de 280.000 h. hay trece sacerdotes diocesanos, los dos misioneros valencianos y siete religiosos, franciscanos y salesianos. Con lo que casi todos llevan dos parroquias y las múltiples capillas, y aún así algunas están sin párroco, uno llevaba dos parroquias una a 150 kilómetros de la otra, y con un desnivel desde la costa hasta casi 4000 metros de altura. La de la costa con 20.000 habitantes y la de los andes con más de cinco mil. En esta última y sus capillas, el Salvador, donde estuvo Maravillas, no hay párroco, las obreras, ahora Pilar, se hacen cargo de toda la pastoral, y los curas se turnan para decir una Misa a la semana.
Estamos en invierno, las mañanas son frías y las tardes muy buenas. En estas fechas hay muchas fiestas, hartas, dicen aquí. Nada más llegar estuve en San Pedro en Huasco, pues es el patrón y es una ciudad con puerto y pescadores, con lo que san Pedro pescador se celebró con procesiones y celebraciones de la Misa. Las procesiones muy curiosas, pues participan bailes de aquí y de lejos, ofrecen bailar como una promesa por una petición a Dios, y todos los ofrecidos en bailes que son como cofradías. Van toda la procesión tocando instrumentos y bailando con trajes especiales que solo usan para Dios. En la procesión del domingo por la tarde fue con paseo del san Pedro en barca, en el que participamos todos los que quisimos, como cuatro horas de procesión y después Misa de campaña.
“Rogad al Señor que envíe obreros a su mies, pues mucha es la mies y pocos los obreros” nos dice el Señor, y así es muchos andan como ovejas sin pastor. Tenemos que dar muchas gracias a Dios por tener en cada entierro, cada domingo, cada boda, casi cada día la posibilidad de celebrar la santa Misa en nuestra parroquia de Turís, y debemos pedir y suscitar vocaciones, para nuestra diócesis y para las misiones. Os pido oraciones por el próximo campamento del Junior, para que sea ocasión de crecer en la fe y el amor a Dios y al prójimo. Estoy aquí, pero unido en la oración con los feligreses que el Señor me ha encomendado en Turís. ¡Un fuerte abrazo a todos! No os canséis de evangelizar en vuestro ambiente.

Arturo Javier García
Vuestro Párroco


CARTA ENCÍCLICA
LAUDATO SI’
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO
SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

Roma, 24 de mayo 2015 (vatican.va)

III. Ecología de la vida cotidiana

147. Para que pueda hablarse de un auténtico desarrollo, habrá que asegurar que se produzca una mejora integral en la calidad de vida humana, y esto implica analizar el espacio donde transcurre la existencia de las personas. Los escenarios que nos rodean influyen en nuestro modo de ver la vida, de sentir y de actuar. A la vez, en nuestra habitación, en nuestra casa, en nuestro lugar de trabajo y en nuestro barrio, usamos el ambiente para expresar nuestra identidad. Nos esforzamos para adaptarnos al medio y, cuando un ambiente es desordenado, caótico o cargado de contaminación visual y acústica, el exceso de estímulos nos desafía a intentar configurar una identidad integrada y feliz.

148. Es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, modificando los efectos adversos de los condicionamientos y aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad. Por ejemplo, en algunos lugares, donde las fachadas de los edificios están muy deterioradas, hay personas que cuidan con mucha dignidad el interior de sus viviendas, o se sienten cómodas por la cordialidad y la amistad de la gente. La vida social positiva y benéfica de los habitantes derrama luz sobre un ambiente aparentemente desfavorable. A veces es encomiable la ecología humana que pueden desarrollar los pobres en medio de tantas limitaciones. La sensación de asfixia producida por la aglomeración en residencias y espacios con alta densidad poblacional se contrarresta si se desarrollan relaciones humanas cercanas y cálidas, si se crean comunidades, si los límites del ambiente se compensan en el interior de cada persona, que se siente contenida por una red de comunión y de pertenencia. De ese modo, cualquier lugar deja de ser un infierno y se convierte en el contexto de una vida digna.

149. También es cierto que la carencia extrema que se vive en algunos ambientes que no poseen armonía, amplitud y posibilidades de integración facilita la aparición de comportamientos inhumanos y la manipulación de las personas por parte de organizaciones criminales. Para los habitantes de barrios muy precarios, el paso cotidiano del hacinamiento al anonimato social que se vive en las grandes ciudades puede provocar una sensación de desarraigo que favorece las conductas antisociales y la violencia. Sin embargo, quiero insistir en que el amor puede más. Muchas personas en estas condiciones son capaces de tejer lazos de pertenencia y de convivencia que convierten el hacinamiento en una experiencia comunitaria donde se rompen las paredes del yo y se superan las barreras del egoísmo. Esta experiencia de salvación comunitaria es lo que suele provocar reacciones creativas para mejorar un edificio o un barrio[117].

150. Dada la interrelación entre el espacio y la conducta humana, quienes diseñan edificios, barrios, espacios públicos y ciudades necesitan del aporte de diversas disciplinas que permitan entender los procesos, el simbolismo y los comportamientos de las personas. No basta la búsqueda de la belleza en el diseño, porque más valioso todavía es el servicio a otra belleza: la calidad de vida de las personas, su adaptación al ambiente, el encuentro y la ayuda mutua. También por eso es tan importante que las perspectivas de los pobladores siempre completen el análisis del planeamiento urbano.

151. Hace falta cuidar los lugares comunes, los marcos visuales y los hitos urbanos que acrecientan nuestro sentido de pertenencia, nuestra sensación de arraigo, nuestro sentimiento de «estar en casa» dentro de la ciudad que nos contiene y nos une. Es importante que las diferentes partes de una ciudad estén bien integradas y que los habitantes puedan tener una visión de conjunto, en lugar de encerrarse en un barrio privándose de vivir la ciudad entera como un espacio propio compartido con los demás. Toda intervención en el paisaje urbano o rural debería considerar cómo los distintos elementos del lugar conforman un todo que es percibido por los habitantes como un cuadro coherente con su riqueza de significados. Así los otros dejan de ser extraños, y se los puede sentir como parte de un « nosotros » que construimos juntos. Por esta misma razón, tanto en el ambiente urbano como en el rural, conviene preservar algunos lugares donde se eviten intervenciones humanas que los modifiquen constantemente.

152. La falta de viviendas es grave en muchas partes del mundo, tanto en las zonas rurales como en las grandes ciudades, porque los presupuestos estatales sólo suelen cubrir una pequeña parte de la demanda. No sólo los pobres, sino una gran parte de la sociedad sufre serias dificultades para acceder a una vivienda propia. La posesión de una vivienda tiene mucho que ver con la dignidad de las personas y con el desarrollo de las familias. Es una cuestión central de la ecología humana. Si en un lugar ya se han desarrollado conglomerados caóticos de casas precarias, se trata sobre todo de urbanizar esos barrios, no de erradicar y expulsar. Cuando los pobres viven en suburbios contaminados o en conglomerados peligrosos, «en el caso que se deba proceder a su traslado, y para no añadir más sufrimiento al que ya padecen, es necesario proporcionar una información adecuada y previa, ofrecer alternativas de alojamientos dignos e implicar directamente a los interesados»[118]. Al mismo tiempo, la creatividad debería llevar a integrar los barrios precarios en una ciudad acogedora: «¡Qué hermosas son las ciudades que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo! ¡Qué lindas son las ciudades que, aun en su diseño arquitectónico, están llenas de espacios que conectan, relacionan, favorecen el reconocimiento del otro![119]».

153. La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los habitantes. En las ciudades circulan muchos automóviles utilizados por una o dos personas, con lo cual el tránsito se hace complicado, el nivel de contaminación es alto, se consumen cantidades enormes de energía no renovable y se vuelve necesaria la construcción de más autopistas y lugares de estacionamiento que perjudican la trama urbana. Muchos especialistas coinciden en la necesidad de priorizar el transporte público. Pero algunas medidas necesarias difícilmente serán pacíficamente aceptadas por la sociedad sin una mejora sustancial de ese transporte, que en muchas ciudades significa un trato indigno a las personas debido a la aglomeración, a la incomodidad o a la baja frecuencia de los servicios y a la inseguridad.

154. El reconocimiento de la dignidad peculiar del ser humano muchas veces contrasta con la vida caótica que deben llevar las personas en nuestras ciudades. Pero esto no debería hacer perder de vista el estado de abandono y olvido que sufren también algunos habitantes de zonas rurales, donde no llegan los servicios esenciales, y hay trabajadores reducidos a situaciones de esclavitud, sin derechos ni expectativas de una vida más digna.

155. La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una «ecología del hombre» porque «también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo»[120]. En esta línea, cabe reconocer que nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra del Dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana una actitud que pretenda «cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma»[121].

    AGENDA PARROQUIAL – AVISOS

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Liturgia de las Horas
Semana XVI del Tiempo Ordinario – IV Semana del Salterio-

-Caritas
Lunes, 20: Ropero, de 18 a 20 h.
Martes, 21: Acogida de 16,30 a 17,30 h
Miércoles, 22: Reparto de Alimentos de 18 a 19 h.

Turnos: 4: de limpieza parroquial
Calles: Plaza : Cors Valencianes, Camino de Godelleta
Responsables: Carmen Diana y Milagros González 



  INTENCIONES DE MISA
Del 20 al 26 de Julio de 2015

-Lunes, 20
19,30 h. Santo Rosario
20,00 h. Santa Misa. Suf. Arturo Crespo Palmero. Suf. Vicente Blasco Sanz y Alberto Pérez Domingo.

-Martes, 21
19,30 h. Santo Rosario
20,00 h. Santa Misa: Suf. Jesús Fons y Filomena Lacalle. Suf. Pilar Soucase. Suf. María Hueso.

-Miércoles, 22: Sta. Mª Magdalena
19,30 h. Santo Rosario
20,00 h. Santa Misa: Suf. Familia Félix Sauri. Suf. Baldomero Luján Martínez. En acción de gracias a Santa Lucia y a Santa Gema.

-Jueves, 23
19,30 h. Santo Rosario
20,00 h. Santa Misa y Exposición Santísimo
Suf. José Lozano, Amparo Llopis e hijo Francisco. Isabel Benavent y Francisco Navarro. Suf. Consuelo Estelles y sus padres. Suf. Luis Godoy, Milagros Barea y difuntos de la familia. Suf. Roberto Sastre.

-Viernes, 24
9,00 h. Santa Misa en la Ermita V.D.G.
Suf. Jaime Lozano, Consuelo Higón y difuntos de la familia.

-Sábado, 25: Santiago Apóstol
19, 30 h. Ejercicio vespertino: Sabatina
20,00 h. Santa Misa vespertina: Domingo XVII del Tiempo Ordinario
Suf. Jaime Picó Villalba y Matías Piles. Suf. Jaime Gimenez, Teresa Ruiz y el niño Alejandro. Suf. Rafael Ballester y sus hijas Amalia y Rosario y difuntos de la familia. Suf. Lolita Benavent Lozano y difuntos de la familia. Suf. Paco Nogueroles Añón y padres Jaime y María. Suf. Vicente López Lozano. Suf. Jaime Crespo Almonacil. Suf. Ricardo Guaita y Dolores Puchades. Suf. Andrés Centelles y sus padres. Suf. José Luján Monfort. Suf. Enrique Pardo Vila. Suf. Rafael Pardo Tarín. Suf. Jaime Añón Fons. Suf. María Edelmira Cervera Casañy y difuntos de la familia. Suf. Vicente López Lozano. Suf. Rosario Ibáñez Llopis. Suf. Jaime González Soucase y difuntos de la familia. Suf. Miguel Ricau, Purificación Ibáñez y difuntos de la familia. Suf. Julia Martínez y Baldomero Luján


Domingo, 26: Domingo XVII del Tiempo Ordinario
9,00 h. SANTA  MISA.
12,00 h SANTA MISA - PRO POPULO-



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